Introducción: nuestra pequeña pero muy ambiciosa empresa llamada “Black Mushroom Studio” tuvo una idea para desarrollar un proyecto de comercio electrónico, y una aplicación móvil que permitiría a los usuarios pagar por ciertos bienes/servicios mediante un agregador de pagos.
Lo que teníamos inicialmente: un esqueleto para la aplicación en Android que, por supuesto, prefería la comunicación mediante HTTP y JSON, y un sistema de pago con una API, es decir, servicios web con contenido SOAP.
Objetivo: hacer que todo funcionara de manera conjunta.